Ischia es un anticipo del paraíso. La isla verde, llamada así por su típica piedra de toba y sus parques y colinas, hechiza al visitante con un evocador relato de belleza natural y tradición rural.
El mar, que reina en los confines de la isla, comparte el trono con una exuberante vegetación, contribuyendo a hacer especial la isla mediterránea. Y ésta es precisamente la experiencia única que Ischia puede ofrecer: un continuo descubrimiento de lugares, tradiciones y emociones ligados a una naturaleza por vivir.
Con la ayuda de guías y expertos, podrá explorar los antiguos senderos de las verdes colinas vírgenes de la isla, verdaderos oasis de belleza aislados del caos y el ruido. Disfrutará de largas caminatas alternando ascensos y descensos en un itinerario fascinante salpicado de vistas impresionantes, cada vez más encantadoras a medida que se alcanzan las cumbres.
Además de las montañas, los fondos marinos de Ischia son sobrecogedores. La isla está rodeada por el área marina protegida “Regno di Nettuno” (Reino de Neptuno), con su mar cristalino y precioso donde conviven fauna, especies marinas e incluso antiguos restos arqueológicos. Es un mundo por descubrir, con excursiones, buceo, snorkel y paseos en barco al amanecer o al atardecer.