Es mucho más que el plato típico de la isla, signo inequívoco de la fiesta: el conejo all’ischitana. Es la síntesis de una historia milenaria, de costumbres familiares y colectivas, de la identidad rural de la Isla Verde. Introducidos en la isla en la época griega con la viticultura, los conejos han sido la principal fuente de carne de la población durante siglos. Y no había banquete que no culminara con el reparto del plato más preciado. Hasta convertirse en un ritual dominical indispensable, sobrevivir a la crisis de la economía rural, recuperarse y relanzarse en la era del turismo. Por este motivo, el pequeño lagomorfo es el protagonista el Día del Conejo de una gran fiesta colectiva que se disfruta en hogares, restaurantes y bodegas de toda la isla. ¡Esperamos verle el 27 de septiembre para disfrutarlo juntos!