A 789 metros sobre el nivel del mar, con una vista inigualable de toda la isla, el Museo Epomeo – alojada en los extraordinarios espacios de la ermita, enteramente excavada en la roca de toba verde, admirable ejemplo de arquitectura rupestre- permite un viaje sin precedentes a la historia de la isla de Ischia, entre rituales y mitos vinculados a la fascinación de la montaña que domina la isla.
En los espacios de monjas y ermitaños
En su interior se han reconstruido cuidadosamente los antiguos espacios dedicados al retiro espiritual de los eremitas y, durante un breve periodo en el siglo XVI, de las monjas clarisas. Así tomaron forma la despensa y el refectorio, el scriptorium y las celdas, incluso una pequeña cocina. No faltan utensilios de época y valiosos testimonios de la vida rural en la isla terrestre. Entre los relatos que inspiran la actual reconstrucción de los espacios está el de la vida de José de Argouth, que mandaba la guarnición militar estacionada en la isla y que se retiró aquí a la vida privada tras un voto a San Nicolás, que le perdonó durante una emboscada de unos matones.
La arquitectura está embellecida por extraordinarias ventanas que se abren a la geología de toda la isla, así como por una impresionante exposición fotográfica permanente, que recorre la cultura y la tradición popular del último siglo del pequeño caserío de Fontana
La ruta de senderismo al Museo Epomeo
Sólo se puede acceder al museo a pie, al final de una ruta de senderismo que atraviesa el antiguo camino de herradura y conduce, unos metros más allá de la ermita, a la cima de la montaña.
El recorrido por los espacios interiores (con el Museo también está el precioso Iglesia de San Nicoláserigida en el siglo XV, parte del complejo, con una importante capilla relicta) es abierto de jueves a domingocon horarios que varían según la estación y las condiciones meteorológicas, que -sobre todo en invierno- son un requisito indispensable para llegar al Museo.